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Por Pablo Barría , 2 de agosto de 2021Radiografía a personas en situación de calle
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 3 añosLa vulnerabilidad de las personas sin hogar está a simple vista en las calles de Puerto Montt, que permite sensibilizar esta problemática frente a la sociedad, pero a su vez muestra el malestar de los vecinos que deben convivir a diario con temas de insalubridad.
Colchones, ollas, carritos de supermercados y hasta carpas es posible observar en algunas avenidas e incluso, en pleno centro de la capital regional de Los Lagos. Para algunos estas imágenes se están repitiendo cada vez más en pandemia, sin embargo, para otros, sólo pone en evidencia el problema que viven las personas en situación de calle y que provoca reacciones en los vecinos o transeúntes que deben convivir a diario en estas avenidas que se han transformado en sus hogares.
Se trata por ejemplo del tradicional barrio Lintz de Puerto Montt, caracterizado por su otrora bohemia, pero que hace años apela para retornar a una vida pacífica y normal. En la actualidad, los vecinos están preocupados por los problemas de salubridad y malos olores que hace unos meses los afecta. Justo en la calle Regimiento, entre Tucapel y Serrano, una pareja en situación de calle ha convertido el único paradero de la cuadra en su hogar, donde instaló colchones y unas improvisadas cortinas para resguardarse del frío y la lluvia.
“A ellos se les quemó su casa que tenían en el sitio eriazo frente al cementerio Parque La Esperanza, donde vivían con otra persona. Por eso, me imagino emigraron hacia el barrio Lintz, lugar donde son vistos frecuentemente. Muchas veces las personas en situación de calle se rehúsan a asistir a las casas de acogida por las reglas que deben seguir por el Coronavirus. Y también ocurre que ya no existen muchos espacios sin construcciones donde puedan estar“, narra Alejandra Villarroel del Club de Leones de Puerto Montt, que antes de la pandemia hacía una ruta de apoyo con los jóvenes Leos donde entregaban colaciones.
A pesar de esfuerzos recientes por acercarse a esta realidad y del trabajo de organizaciones de la sociedad civil, las personas que viven en la calle y utilizan la vía pública como residencia permanente, causan más de un malestar a los vecinos que viven en esos barrios.
El problema -sin ánimo de discriminar- afirman los residentes en Lintz, es la forma en que están acostumbrados a vivir. “La suciedad que dejan es de todos los días, arrojan sus basuras a la calles, e incluso defecan ahí mismo. Tienen relaciones sexuales a plena luz del día en el mismo lugar y el problema es cómo los van a sacar… no sé”, dijo el vecino Francisco Maquines, uno de los pocos que se atrevió a conversar sobre el tema con Diario de Puerto Montt.
Agrega el vecino que “ellos dormían en el Hogar de Cristo y como se fue del sector, se quedaron. Además, aquí tienen las botillerías cerca y tienen además donde piden la moneda en la esquina del semáforo, cerca del Easy”.
Otra vecina del sector, que se mantuvo en reserva, explica que han llamado a la Municipalidad de Puerto Montt sin tener soluciones ni respuestas al respecto, tanto para hacer las gestiones de llevarlos a algún albergue o para aumentar la limpieza en la calle. Indican que es urgente, pero no se ha presentado nadie de aseo y ornato municipal, ni siquiera las cuadrillas que cortan el pasto. Ya esta situación, ha sido comentada en las redes sociales luego del artículo del Diario de Puerto Montt que hacía alusión al “Alcoholismo, abandono y situación de calle en la esquina con más muertes de Puerto Montt”, donde expresaban su disconformidad con la situación que viven y la falta de accionar por parte de Carabineros.
“Cada vez que se les denuncia nosotros como vecinos hemos ido a varios lugares a pedir ayuda tanto para ellos ,como para nosotros. Yo ya no salgo ni a comprar con mis hijos, ya que para ellos fue chocante verlos teniendo relaciones en plena luz de día”, dice Sandra Ortiz en Facebook.
Situación que también comparte Silvia Oyarzún."En calle Regimiento con Serrano vive gente en el paradero, la cuadra se mantiene sucia habitualmente, gente tomando, ensuciando, teniendo relaciones sexuales frente a niños y las autoridades hacen vista gorda de estas situaciones", indica.
“Es verdad, nunca se había visto esto en las calles de mi hermosa ciudad, aquí en la Avenida Petorca con Urmeneta, está con colchones, frazadas que cuelgan en la reja de la oficina de Essal. Hacen fuego, fogatas…realmente no sé quién puede solucionar esto tan deplorable”, comenta Silvia Muñoz en redes sociales.
Barrio Modelo
En calle Balmaceda, cerca del barrio Modelo, hay una casona que tiene un cartel que dice “Atención Día”. Este lugar funciona como albergue durante la jornada de la mañana y parte de la tarde, sin embargo existen ciertos requisitos que algunas personas en situación de calle no están dispuestas a seguir, tales como acudir sin haber consumido alcohol o drogas. "La gran mayoría de las personas en situación de calle fueron invitadas a unirse a los programas, pero son personas que prefieren no ir porque son libres”, explica el encargado del lugar Ronald Méndez.
Según el Registro Social de Hogares existen cerca de 400 personas en situación de calle, focalizándose el mayor porcentaje en las comunas de Puerto Montt y Osorno. Desde la Seremi de Desarrollo Social y Familia aseguraron que tenían una amplia oferta para las personas en situación de calle en la región de Los Lagos. En la comuna de Osorno cuentan con un Albergue Protege con una capacidad para 40 personas; en Puerto Montt disponible para 60 personas y en Castro 20 cupos. En tanto, en todas ellas se cuenta con una “Ruta Protege” con Carabineros donde se suma asimismo las comunas de Ancud y Quellón.
Entre tanto, José Ojeda, un hombre en situación de calle lucha por salir de la situación de vulnerabilidad. Dice que su vida ha sido dura. "El alcohol, las drogas y dormir en la calle no es fácil” y agrega que ahora siente que está saliendo adelante.
“Estoy un poquito alejado de las calles. Siempre he venido a los albergues y a los centros de días. Ahora ando buscando trabajo y en la calle siempre vendía parches y cuidaba autos”.
José cuenta que ahora está en casa de su hija y que “de a poco estoy saliendo adelante”, mientras esboza una sonrisa de esperanza.