Salud
Por Marcelo Vera , 24 de junio de 2021Salud mental en pandemia: ¿Cómo cuidarla y fortalecerla?
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 3 añosProducto del Covid-19 han aumentado las consultas psicológicas en INDISA; la depresión y ansiedad han tenido una importante alza.
A más de un año del Covid-19, muchos han sido los efectos que la pandemia ha traído consigo, uno de los cuales es su impacto en la salud mental. Angustia, ansiedad e insomnio son algunos de los síntomas que gran parte de la sociedad ha manifestado durante el confinamiento.
De hecho, la última encuesta Ipsos, realizada en 30 naciones, reveló que en Chile, el 56% estima que su salud emocional se ha visto perjudicada desde el comienzo de la pandemia, ubicándose como el segundo país que más ha empeorado su salud; el primero, según el estudio, es Turquía.
Tal como señala la psicóloga y jefa de la Unidad de Salud Emocional Hospitalaria de Clínica INDISA, Josefina Guzmán, “Chile ha sido siempre, según los estudios, una de las sociedades con mayor tasa de patologías mentales, como depresión y trastornos ansiosos por lo cual vivir una pandemia solo ha venido a aumentar síntomas y dejarlos en vista”.
Asimismo, la psicóloga detalla que algunos de los factores que han gatillado las patologías mentales son el confinamiento extenso, redistribución laboral en espacios domésticos, la falta de repartición de las funciones parentales, cambios de hábitos importantes, entre otros.
Por esto, Guzmán puntualiza que producto de la pandemia han aumentado las consultas psicológicas en INDISA; de hecho, las sintomatologías depresiva y ansiosa han tenido una importante alza, “síntomas que si no se tratan a tiempo van aumentando porque de pandemia aún queda enfrentar diversas etapas”, agrega.
Pero, ¿cómo saber cuándo necesito ayuda de un especialista? (Patricia gonzález)
Ante cualquier indicio de no sentirse como de costumbre o bien psicológicamente, es recomendable acudir a un especialista en salud mental.
“Solo el hecho de cuestionarnos si debemos buscar apoyo, ya es en sí misma una señal de alerta que nos dispone a activar nuestras redes de apoyo. Y si a ello sumamos, que observamos cómo nuestra vida diaria se ve interferida por ello, es claro que buscar la atención de un especialista es prioritario. Lo relevante es no normalizar el “mal-estar”, habituarnos a sentir insatisfacción, estrés, malestar, fatiga, baja de vitalidad, no puede pasar a ser nuestra normalidad, sino que son señales claras que nuestro “bien-estar” se está viendo amenazado y deteriorado”, detalla la psicóloga Hospitalaria de la Unidad de Salud Emocional Clínica Indisa, Patricia González.
Por otro lado, ante estos síntomas, tan importante como acudir a un especialista en salud mental es no automedicarse ni tomar decisiones relevantes sin antes ser asesorado por un experto.
Así lo puntualiza la psiquiatra de Clínica INDISA, Dra. Gloria Gramegna: “La automedicación es una mala práctica y, por desgracia, frecuente. No se recomienda por razones fundadas cuando se usan psicofármacos, porque actúan a nivel del sistema nervioso central. Y si bien, son beneficiosos, existen efectos secundarios no deseados, ejemplo de esto son náuseas, cefalea, efectos sobre la sexualidad, sobre la presión arterial, etc”.
Además, la psiquiatra de Clínica INDISA, detalla que se debe tener cuidado con la dosis, “es importante la prescripción exacta ya que algunos fármacos la dosis terapéutica es cercana a la dosis tóxica, ejemplo de esto es el litio y otros fármacos, como las benzodiazepinas que provocan algún grado de dependencia”.
Recomendaciones para fortalecer el bienestar psicológico en pandemia
Sin duda, reconocer que se tiene un problema es el primer paso para tratar de remediarlo. “Es normal sentir mayor estrés en este contexto (estrés significado como todo cambio que uno tiene en el día a día), porque lo que estamos viviendo no es lo habitual y lo cotidiano de nuestras vidas, con mayores restricciones y desafíos más intensos”, puntualiza la psicóloga de Clínica INDISA, Josefina Guzmán.
Sin embargo, para reducir el impacto que el Covid-19 puede tener en la salud mental, las especialistas de Clínica INDISA, recomiendan:
Buscar maneras de reducir el estrés. Construir hábitos dentro de la nueva rutina que tenemos; más espacios de conversación entre familiares que a veces no se da cuando salimos mucho, ejercicios de autocuidado físico o meditación, dibujar, leer, etc.
Establecer horarios de límites de las actividades que tenemos que hacer.
Realizar actividades deportivas. El cuidar el cuerpo en este momento se torna más relevante ya que ayuda al manejo fisiológico del estrés.
Utilizar el humor.
Mantener al menos una actividad virtual que sea un espacio propio y personal.
Sostener una alimentación que ayude a mantenerse saludable.
En caso de sufrir infección por Covid y síntomas psíquicos ansiosos depresivos, se recomienda consultar a un especialista en salud mental.
Es muy importante el apoyo en periodos de duelo, tanto a nivel personal como al núcleo familiar que ha sufrido la pérdidas.
Impacto de la pandemia en la salud mental de los niños:
Cabe destacar que ante una situación tan inusual e inesperada, los pequeños también han sufrido consecuencias en su bienestar emocional. Tal como explica la psicóloga infantil de Clínica INDISA, Andrea Saavedra “se debe a múltiples factores, entre ellos, el cierre de los establecimientos educacionales, con todo lo que ello implica: falta de contacto con sus pares, ausencia de un espacio protegido de educación, de esparcimiento y de contención emocional. También afecta la falta de interacción social en general. Y otro factor importante es el cambio producido en las rutinas y hábitos de vida en los niños y adolescentes, relacionado con mucho sedentarismo, cambios en los horarios de sueño, una dieta no saludable, uso excesivo de pantallas, entre otros”.
Ante esto, y como lo señala la psicóloga infanto-juvenil de INDISA, se han acrecentado comportamientos disfuncionales en los pequeños, tales como agresividad, oposicionismo y desafío a la autoridad. Asimismo, muestran cambios de ánimo bruscos, irritabilidad y baja tolerancia a la frustración.
Por otro lado, “en la medida que se acercan a la adolescencia, se percibe más claramente el miedo y la angustia asociados a la soledad y la incertidumbre. Los adolescentes se observan más tristes, desanimados y estresados, pero tienden a replegarse en sí mismos y no comunicar lo que sienten, por lo que a veces resulta más difícil para los adultos percibir la necesidad de ayuda en ellos, en comparación con los niños”, indica Saavedra.
Es importante tener en cuenta que si estos síntomas persisten durante más de un mes es necesario acudir a un especialista en salud mental.
Pero, ¿cómo podemos ayudar a los menores en casa?
Ante cualquier patología psicológica, el apoyo parental es fundamental. De esta manera la psicóloga infantil de Clínica INDISA entrega algunas recomendaciones para aplicar en casa:
Establecer una buena comunicación con los hijos, especialmente en torno a sus sentimientos sobre lo que están viviendo, intentando despejar dudas y no evitando hablar de la pandemia y sus consecuencias, porque eso puede aumentar la ansiedad.
Aprovechar el mayor tiempo de convivencia con los hijos en generar espacios de distracción a través de juegos familiares o realizar actividades conjuntas de tipo domésticas.
Intentar mantener rutinas y hábitos de vida saludables. Para eso, se sugiere establecer y respetar horarios de sueño, de comida, de ocio, de actividad escolar y de actividad física.
Intentar crear actividades divertidas y variadas para los más pequeños.
Evitar que los niños pasen mucho tiempo expuestos a las noticias sobre la pandemia. Es mejor filtrar la información y entregársela de forma acotada y de acuerdo a la edad.
Evitar el uso excesivo de pantallas, ya que eso contribuye a aumentar la ansiedad, la irritabilidad y los trastornos del sueño. Intente intercalar esos tiempos con otro tipo de actividades.
Estar atentos a los niños y adolescentes que son más vulnerables a padecer los efectos psicológicos de la pandemia, por presentar un estado previo de trastorno mental. En tal caso, es bueno tener un acompañamiento/seguimiento con un profesional de la salud mental.