Salud
Por Marcelo Vera , 10 de noviembre de 2023 | 17:55

¿La sal también?: 3 factores desconocidos que podrían provocar diabetes

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En el Día Mundial de la enfermedad, especialistas detallan sus principales factores de riesgo y cómo lograr revertirla a través de un adecuado estilo de vida.

La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica en la que el páncreas deja de producir insulina -hormona encargada de regular el azúcar en la sangre- o el organismo ya no es capaz de utilizarla de manera adecuada. Posee múltiples factores de riesgo conocidos, como la genética (historia familiar), la obesidad y la falta de actividad física, además de una alimentación rica en azúcares y ultraprocesados.

Aunque se han identificado muchas causas, aún hay aspectos desconocidos que pueden influir en su desarrollo. Incluso, un reciente estudio publicado en la revista médica Mayo Clinic Proceedings sugiere que agregar frecuentemente sal a los alimentos se asocia con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

A opinión del Dr. Rafael Ríos, endocrinólogo de Clínica Dávila y Dávila Vespucio, esto se puede deber a que “el consumo de sal favorece el consumo de mayores porciones calóricas, alimentos con más grasa o hidratos de carbono, ya que produce un aumento de la apetencia de este tipo de alimentos, además de factores de riesgo cardiovasculares como la hipertensión”.

¿Puedo tener diabetes si no como azúcar?

La Dra. Susana Velasco, diabetóloga de Clínica Ciudad del Mar aclara: “es posible desarrollarla sin consumir azúcar de mesa. Esto ya que las harinas blancas, pastas, papas y ultraprocesados en exceso también se transforman en azúcar en nuestra sangre”.

En este sentido, la Dra. Alejandra Ortega, diabetóloga de Clínica Biobío adelanta que “no existe ningún tipo de alimento especial que ayude a frenar la aparición de diabetes, sino que es la alimentación saludable en sí la que puede prevenir esta enfermedad. Esto se traduce en no comer grasas saturadas, consumir menor cantidad de carbohidratos, ingerir frutas y verduras de manera balanceada y equilibrada”.
“Los cuidados de la salud que apuntan a un estilo de vida saludable, tendrán tremendo impacto en los pacientes diabéticos, llegando incluso a normalizar sus niveles de azúcar en la sangre y no necesitar medicamentos. Por ello, deben acostumbrarse a incorporar hábitos que incluyan una buena alimentación, hacer ejercicio y no fumar”, acota el diabetólogo de Clínica Santa María.

Finalmente, en cuanto a los exámenes preventivos, la Dra. Ortega enfatiza que estos deberían realizarse por lo menos una vez al año y de manera más frecuente en aquellos pacientes que tienen factores de riesgo como obesidad o antecedentes familiares. “Asimismo, si la persona presenta síntomas como baja de peso, orinar seguidamente, tomar mucha agua o comer en grandes cantidades, también debería realizarse exámenes para descartar una posible diabetes”, concluye la especialista de Clínica Biobío.

¿Qué otros factores de riesgo existen?

Además de los ya mencionados, la Dra. Susana Velasco, diabetóloga de Clínica Ciudad del Mar detalla elementos adicionales que podrían incidir en un diagnóstico de esta enfermedad como son:

1. Estrés: El estrés crónico puede influir en la resistencia a la insulina, desencadenando diabetes tipo 2 en algunos casos.

2. Inflamación: Una inflamación de carácter crónico (que se produce por la obesidad) puede afectar la función de la insulina y aumentar el riesgo de esta patología en personas susceptibles.

3. Factores ambientales: Algunos factores ambientales y exposiciones a disruptores hormonales como son algunos tipos de plásticos, por ejemplo, durante el desarrollo fetal y la infancia pueden aumentar el riesgo de diabetes Mellitus tipo 2 en la vida adulta.

“Cabe destacar que estos factores interactúan de manera compleja, y su contribución al desarrollo tipo 2 puede variar de una persona a otra. Aún no se tiene una comprensión completa de estos mecanismos”, acota la especialista.

El Dr. Gonzalo Ruiz-Esquide, diabetólogo de Clínica Santa María, agrega: “En esta diabetes del adulto la genética es bien importante y, normalmente cuando un adulto desarrolla dicha enfermedad, tiene por lo menos un familiar directo que la tiene. La creencia que se hereda de forma especial, que se salta una generación, es falsa. Además, en las mujeres los antecedentes de haber tenido esta patología gestacional u ovario poliquístico aumentan las posibilidades de desarrollar la enfermedad”.

Por último, en relación a cómo actuar e identificar una descompensación por diabetes, la Dra. Katherin Falck, directora de Calidad y Gestión de Riesgo de Help, sostiene: “Cuando un paciente tiene la glicemia extremadamente elevada, tendrá más ganas de orinar y sentirá más sed y hambre, pero en general es una complicación que da tiempo para consultar. Sin embargo, la hipoglicemia es una emergencia médica inminente que si no se maneja en forma precoz y adecuada puede implicar la muerte. Se caracteriza por la aparición de sudoración, temblor y convulsiones. En este caso, es relevante que la persona a la brevedad consuma algún tipo de azúcar de rápida absorción y consulte en un servicio de urgencia”, finaliza la especialista.


 

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