Comunidades indígenas de Chaiten lideran solicitud de espacio costero protegido

Se trata de un área de 200 mil hectáreas costeras de rica biodiversidad marina, donde las comunidades locales han desarrollado actividades ancestrales de uso.

En el año 2020 fue acogida a trámite la solicitud de creación del Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO) “Islas Desertores y Costa de Chaitén”, un área que involucra más de 200 mil hectáreas ubicadas a poco más de 20 km al noroeste Chaitén.

Esta solicitud se basa en el reconocimiento de un territorio marítimo que se entrega en administración a comunidades indígenas que demuestren los usos ancestrales y consuetudinarios que familias locales tendrían sobre el área, y se gestiona ante la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA).

Nancy Vargas, Presidenta de la comunidad indígena de la isla Autení, una de las comunidades que lideran la propuesta de ECMPO, explicó el origen de la actual solicitud en tramitación; “Toda la vida se ha trabajado en comunidad en estas islas, y si bien, las organizaciones pueden tener nombres distintos, somos la misma gente que hemos estado acá siempre, y que hemos hecho las cosas de la misma forma, colaborativa y en conjunto.  Ahora nos une el cuidado de este lugar y de sus recursos, para nosotros y para nuestros hijos”, señaló.

Además, las comunidades tienen el apoyo técnico del grupo Patagonia Mar y Tierra y del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile. “Es fundamental que en estos procesos se identifiquen aspectos tan importantes como los usos consuetudinarios”, indicó César Guala, director del programa, nombrando actividades como el marisqueo, la pesca y la recolección de luga, que son “aporte para la economía doméstica y prácticas sociales tradicionales que fortalecen el sentido de comunidad”.

CONSERVACIÓN Y AMENAZAS

El área del ECMPO “Islas Desertores y Costa de Chaitén” alberga una biodiversidad extremadamente rica. En sus aguas habitan emblemáticos mamíferos marinos como ballenas azules, fin y sei, corales de agua fría, aves y decenas de especies marinas comercializadas por los pescadores artesanales del lugar.  El área es aledaña al Parque Nacional Pumalín y Parque Nacional Corcovado, de modo que contribuye a una conservación integral de la porción marina y terrestre de la región.

También es importante en este proceso la identificación de amenazas, como la salmonicultura, sobreexplotación de recursos o contaminación marina, lo que debe ser regulado a través de la futura administración del ECMPO. Al respecto, Nancy Vargas precisó que “en el último tiempo, hemos visto cómo la gente que trabaja el erizo se ve perjudicada cuando vienen personas de Puerto Montt y de Calbuco a cosechar los recursos que acá hemos cuidado. Lo mismo pasa con el loco o la luga; vienen lanchas desde afuera, no les importan las vedas, los planes de manejo, nada. Es por eso que tiene que haber un ordenamiento”, señaló.

Por último, Juan Alvarado, presidente Sindicato de Pescadores y Recolectores de Casa de Pesca e Isla Llahuen, dice estar confiado en que el proceso de concesión avanzará rápido y que “las comunidades solicitantes estamos proponiendo una administración compartida e inclusiva con todos los actores locales que también hacen uso del borde costero con miras a lograr acuerdos de uso compartido y sustentable, que nos permita fortalecer los lazos familiares forjados a través de un trabajo comunitario de décadas”.

Este es un primer paso en la admisibilidad de la solicitud ante Subpesca, pero aún se debe esperar otros cinco procesos hasta alcanzar el paso final de aprobación y firma de convenio de uso.

Fuente: paiscircular.cl